miércoles, 11 de abril de 2012

De extraños.





1. 

Si jugamos en las estrechas calles que rodean nuestra tarde,
detrás de un café escondimos las miradas y unos labios ansiosos,
que los roces ignoramos, las coincidencias las contamos y
caminamos con la confianza entre el vacío de tu brazo y el mío,
cuántos años la conoces me preguntó mi inconsciente niño.
Te borraste con un destello amarillo, y el paralelo y meridiano de tu cuerpo
me cegó antes del adiós.
Sonreí ante el gris de nuestra lejanía, quería correr a escribir lo hablado contigo y
cuando me di cuenta me tenía del brazo la soledad, tocándome el blanco de mi oído.
Días me costó armar la historia, sueños costará el relato, abrazos la conclusión de este arrebato.
Quiero más granos de café en tus recuerdos, más frías mis tardes y de colores mis manos.
No hay prisas ni reclamos, fluyen las sonrisas, más días en un calendario,
no hay prisas, solo más fotos que ver a diario.


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2.

Miraba ese circulo colgando del cielo y pensaba.... cuántos pájaros podrían caer de ahí..
Pero tenía 8 años así que con la imaginación hacía que caiga uno o 100 pájaros daba igual..
Caminaba siempre de espaldas como esperando mirar las cosas diferente,
miraba a mis amigos jugar felices y no entendía cuál era el problema de unirme a ellos y recordé que odiaba el fútbol porque mi cabeza y mis pies no se llevaban bien..
Así que me escondía en libros, odiaba los que tenían dibujos porque viendo eso no podía imaginar la historia o simplemente me perdía en esos trazos oscuros y mal hechos sobre una hoja amarilla con ese olor a humedad que tienen cuando ya llevan guardados años..
Me llenaba como tomar café por la tarde y ver como la lluvia caía y colmaba de agua los vasos que dejaba, o como a través del cabello y ojos de esa pequeña niña se proyectaba el frío que sentía su piel...
Las madrugadas eran electrizantes, llenas de luces en el cielo
y el viento frío del norte entre mis dedos y mi boca...
Caminaba rodeando la oscuridad de la casa sin palabras,
me temían los entes inorgánicos,
como yo temía las voladoras de los árboles que a esa hora no eran mas que siluetas negras moviéndose con ese temeroso vaivén de tentación,
y volvía a pensar de que árbol me colgaré yo antes de encontrar la muerte.



Nota: Las anteriores entradas no son de mi autoría. Hay alguien a quien le pertenecen, su nombre se escribe con tinta permanente, Fabrizio o Fito en los bajos mundos, como el alguna vez me lo dijo (Twitter: @alighieri9).


2 comentarios:

  1. Hola guapa, se aceptan colaboradores en tu blog?

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  2. Claro que si... Son bienvenidos todoshhh (:!! Si quieres escribir algo mándame tus datos a mf17narvaez@hotmail.com y tu correo de gmail.

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