lunes, 16 de abril de 2012

Vamos a vivir con las entrañas.



Tengo una concepción muy clara de las cosas que quiero en mi vida:

1. Conocer el corazón de las montañas.
2. Viajar por el cuerpo del hombre que logre enamorarme.
3. Comer tantos dulces que reviente de felicidad.
4. Sacudir el polvo de los libros olvidados.
5. Buscar nuevos lugares que inunden de alegría.

Cuántas "nohaynúmeromillón" cosas más puede haber. El día que muera no pienso enterrarme sin haberlas cumplido.

El día que muera todos deberán beber chocolate y no llorar. El día que muera deberán tocar "I'll stand by you" y por supuesto deberán vestirme con un traje negro y unos zapatos rojos, obvio de tacón. Las flores serán reemplazadas por papeles en blanco y a cada uno le escribiré un poema desde la luna (las mujeres bonitas cuando morimos vamos a la luna y nos sentamos en su columpio, mientras saboreamos un chupete azul y tarareamos una canción).

He vivido. No sé cuántas vidas, pero he vivido.
He querido. No sé a cuántas almas, pero he querido.
He sonreído. No sé a cuántos ojos, pero he sonreído.
He deseado. No sé a cuántas bocas, pero he deseado.
He soñado. No sé cuántas veces, pero he soñado.
He llorado. No sé cuántas lágrimas, pero he llorado.
He caminado. No sé cuántos pasos, pero he caminado.
He tropezados. No sé con cuántas piedras, pero he tropezado.
He escrito. No sé cuántas letras, pero he escrito.
He cantado. No sé cuántas canciones, pero he cantado.
He bailado. No sé cuántos ritmos, pero he bailado.

Así que el día que muera en realidad no voy a morir.


Cuando se vive con las entrañas en el lugar que le corresponde a los pulmones, no se muere, uno finge irse para estar.













1 comentario:

  1. Que hermoso Fer!! Cuando finjamos irnos para estar, espero encontrarte en la luna y que me brindes uno de esos chupetes azules jeje

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