Esa ansiedad, cuando dejará de palpitar mi corazón así, como si fuese a salir desbocado a tu encuentro.
Trato de no torturarme sin ti, trato de hacer las cosas que tengo que
hacer, pero siempre estas ahí en el fondo de mi cabeza, esperando a que te
regrese a ver, lo único que quisiera es que salgas de mi mente, por unos días,
solo pensar en cualquier otra cosa, sin que estes ahi.
Sin embargo me digo a mi misma, un día más, no le encuentro la
razón. Mi cuerpo tampoco, todos mis sentidos te extrañan tanto que empiezan a actuar por si
solos y se van contigo, mi nariz recuerda tu olor, mis manos tu piel, mi boca
tu sabor, mis ojos tus ojos y mis oidos tu voz.
En un esfuerzo desesperado trato de pensar en como me heriste, es tan dificil odiarte o
sentir un mínimo de rencor cuando te amo tanto, pero lo intento, por que se que
si le doy la espalda a ese rencor, más temprano que tarde me apuñalara por detrás.
Así intento pensar en nuestras peores peleas, para recordar como reaccionaste, si vale la pena volverlas a tener, me hace pensar que esto puede hacer que te olvide, que pueda vivir sin ti, pero no puedo, no puedo recordarlas, como si los buenos momentos se antepusiesen gritando: Recuerda me a mi!! no a las peleas!!, y es así, mi memoria está llena de buenos recuerdos.
Como poder considerar estar sin ti con tan buenos recuerdos? y la ansiedad vuelve, vuelve a palpitar mi corazón y me muerdo los dedos para no llamarte, una vez más. Una vez más miro por la ventana, una vez más respiro profundamente, con la esperanza de que esta ansiedad ceda aun cuando sea por minutos, para poder dormir.
Así termina mi día, con la esperanza de que la ansiedad disminuirá, con la esperanza de poder pasar otro día sin ti y esperar el mensaje que me traerá.